JORNADA 3: FORTUNA - CD LOS RÍOS

23.09.2013 12:58

Los Ríos se sobrepone a la falta de juego a base de pegada

 

Abultada victoria ante el Fortuna de Camargo en un duelo marcado por el calor y donde Los Ríos no mostraron un buen fútbol.

 

Esta vez el aficionado que ha acudido al campo de El Crucero, en Revilla de Camargo, no ha podido disfrutar de un partido bonito, de esos que hacen afición, pero sí han podido comprobar como los jugadores verdinegros, o en este caso, blanquiazules, saben definir.

Bajo un sol de justicia, impropio de un veintitantos de septiembre, el partido no empezó precisamente con frescura. La primera media de hora fue aburrida, lenta, pesada, plagada de imprecisiones en ambos equipos, causadas en parte por este insoportable calor del que hablamos, en parte por los deficientes niveles de concentración. La pelota no circulaba con fluidez con el 3-4-3 habitual, y tanto el juego como las ocasiones brillaban por su ausencia. De estos primeros 30 minutos tan sólo podemos destacar dos, una por cada equipo. En el caso de los visitantes, un pase desde el carril del 8 dejó a Álvaro sólo de espaldas a la portería rival, pero éste se precipitó en la ejecución al optar por un conato de taconazo que el guardameta rival atajó sin dificultades. En el caso de los locales, una falta lateral ejecutada con rapidez por el Fortuna dejó a su delantero sólo frente a Vía, superándolo por arriba justo antes de que el árbitro anulara la acción por un controvertido fuera de juego –la jugada fue tan rápida que no dio tiempo al espectador para visualizarla-. Con poco más reseñable, llegado el minuto 35 de la primera parte tendría lugar la jugada del gol visitante: asistencia de David a Jairo que se queda sólo delante del guardameta para definir con la pierna izquierda tras una serie de imprecisiones y forcejeos con los centrales locales. 0-1 en el marcador y sin nuevas ocasiones se llegó al descanso.

Agua. Galletas. Más agua. Gominolas. Regañina. Y al campo de nuevo. El míster Pedro Azcona introdujo dos cambios y volvió al sistema tradicional, al 4-3-3. Y quien sabe si por el refrigerio, por la regañina, por el cambio táctico o por una combinación de estos y otros factores, pero Los Ríos saltaron al campo con otra actitud y, así, en el minuto 2 Álvaro presionaba al lateral derecho rival para que el despeje defectuoso de éste cayera a los pies de Kuman, quien con indudable maestría se marcó todo un Isco al borde del área, poniendo el 0-2 en el marcador. Tras la celebración de rigor, el Fortuna sacó de centro y se volcó en el campo rival dejando desguarnecido el propio, lo que el conjunto santanderino aprovechó para poner el 0-3 apenas un minuto después. El recién incorporado Víctor fue quien inició la jugada, conduciendo el balón desde el campo propio hasta el área rival, y justo al pisarla se la cedió al costado izquierdo a Jairo y éste, de primeras, al Guaje Juan Carlos, que lo empujó a la red. La conexión cántabro-castellano-asturiana funcionó a las mil maravillas y en un abrir y cerrar de ojos el partido quedaba visto para sentencia.

Los 40 minutos restantes fueron, en consecuencia, faltos de emoción y quizá también de intensidad. El Fortuna mejoró algo su imagen y tuvo varias ocasiones, pero todas ellas morían cuando llegaban a las inmediaciones del gran Vía. Los Ríos, por su parte, aprovecharon la coyuntura positiva para dar descanso a jugadores con problemas físicos y dar minutos a otros más necesitados de ritmo. Tras varios intentos marrados, en el minuto 85 llegaría el cuarto y último gol por medio de Víctor, tras aprovechar un sensacional servicio de David. Con el 0-4 en el marcador, pudo llegar el quinto visitante y también el del honor local, pero no fue así y el partido concluía con dicho resultado.

En síntesis, partido aburrido resuelto positivamente gracias a cuatro zarpazos, que deja buenas sensaciones porque sin jugar bien se ha ganado pero que también deja un cierto sabor agridulce por la falta de intensidad con la que se ha afrontado el partido. Intensidad que, esperemos, no falte en el siguiente partido frente al incómodo Villaescusa.