JORNADA 25. ESPAÑA CUETO VS LOS RÍOS
Empate, y gracias
Los Ríos, carente de tensión, sale vivo de un derbi en el que lo más positivo, de largo, fue el punto conseguido.
Una vez más, y ya van varias esta temporada, Los Ríos mostró una imagen impropia de un equipo que pretende ascender de categoría. Y eso que los de Azcona sabían de la dificultad que iba a suponer sumar frente al España Cueto, no en vano, ya en la primera vuelta los pupilos de Miguel fueron superiores a los verdinegros y se marcharon de El Regimiento con una derrota totalmente injusta a tenor de lo visto en el terreno de juego. En esta ocasión, el guión fue similar, aunque la diferencia principal radicó en el resultado final, que no se movió desde el minuto 1 hasta el 90, otorgando a Los Ríos un empate a todas luces inmerecido dada la manifiesta superioridad de su rival.
Comenzó el encuentro con igualdad entre ambos conjuntos, con el intercambio de golpes propio de un conjunto fuerte en casa que recibe a uno de los candidatos al ascenso, incluso los visitantes llegaron a estrellar un balón en el larguero y generaron cierto peligro, aunque solo fue un leve espejismo. A partir del minuto 15, un Cueto mejor colocado en medio campo se hizo con el control absoluto del partido: todos los balones por alto eran de los locales, al igual que las segundas jugadas, y, como no podía ser de otra manera, a pesar de que el estado del campo y las condiciones de los balones tampoco permitieron presenciar un gran derbi, las ocasiones para los de La Telegrafía fueron llegando. Así, Kevin, con mucha diferencia el mejor de Los Ríos en la soleada mañana de domingo, se vio obligado a emplearse a fondo en dos claros manos a mano de los delanteros del Cueto, oportunidades a las que hay que sumar un cruce providencial de Íñigo que evitó in extremis un nuevo remate. Los Ríos, por su parte, nada o casi nada. Incapaz de adaptarse al irregular terreno juego, no lograba hilvanar una sola jugada, y sus ocasiones se limitaban al balón parado. Incluso un córner botado por un Álvaro que tampoco tuvo su mejor día a punto estuvo de convertirse en el 0-1 tras tocar en uno de los defensores del Cueto, pero, una vez más, el balón se estrelló en el larguero. Y así, con un Cueto que parecía que podía marcar en cualquier momento y con Los Ríos mostrando una paupérrima imagen, se llegó al descanso.
Tras mover algunas piezas, la segunda parte comenzó como la primera, con cierta igualdad, aunque en esta ocasión ese equilibrio no se prolongó siquiera durante el cuarto de hora inicial. Los Ríos estaba mejor colocado, sí, pero el Cueto metió una marcha más desde el punto de vista físico, y si en la primera parte fue la mejor adaptación al terreno de juego lo que permitió el dominio local, en la segunda la intensidad se convirtió en el factor desequilibrante. De nuevo todos los saques y balones sueltos eran para el Cueto, un equipo mucho más acostumbrado al trabajo como base para conseguir resultados que los de Azcona, y, al igual que en la primera mitad, los de La Telegrafía monopolizaron las ocasiones: tres remates claros, disparos desde fuera del área, un sinfín de centros desde la banda, otro par de unos contra uno... Por suerte para los verdinegros, Kevin sí se había puesto el mono de trabajo en la mañana del domingo, y solo su gran actuación impidió que el marcador se moviese durante los 90 minutos de partido. En cuanto al bagaje ofensivo de los de Azcona, un par de llegadas por banda mal concluidas, la aportación de un Guridi que debutaba tras 7 meses lesionado y un disparo al larguero del juvenil Rivas en el último minuto, fueron lo más destacado.
Con el pitido final, Los Ríos lograba sumar un punto que sabía a victoria, mientras que el Cueto tenía que conformarse con un resultado que, como en la primera vuelta, no se correspondía con lo visto sobre el campo. Ya se sabe que en esto del fútbol no basta con ser mejor y generar ocasiones, aunque los de Azcona deben asumir que, de haber estado más acertados los puntas locales, lo lógico es que hubiesen salido derrotados por varios goles de diferencia. Ahora, toca el Internacional, un equipo con tan físico como el propio Cueto y que además atraviesa un gran momento, por lo que los verdinegros tienen siete días para recuperar, una vez más esta temporada, su mejor versión.