JORNADA 23. MONTAÑAS VS LOS RÍOS.

24.02.2014 00:04

Los Ríos conquista las difíciles Montañas del Pas.

 

En un partido marcado por el césped irregular y el viento racheado, decidió el golazo de Bertín en el inicio de la segunda mitad.

 

Una vez más se plantaba el conjunto de Pedro Azcona con numerosas e importantes bajas en sus filas que hacían presagiar que volver a Santander con los tres puntos en la mochila iba a ser una tarea complicada. Y así fue. Con apenas 12 jugadores de la primera plantilla, el entrenador tuvo que echar mano de nuevo del juvenil para completar la expedición... y de su ingenio para completar un once de garantías. Con Bertín y Jairo, dos delanteros, en el medio del campo, y con Álvaro en punta de lanza, pretendía el cuadro santanderino asegurar calidad y compromiso en el medio del campo y velocidad y técnica en ataque. La apuesta no salió mal, visto lo visto, pues los tres puntos se consiguieron, pero no es menos cierto que cualquiera de los dos equipos podía haberse llevado el gato al agua en esta soleada tarde de domingo.

 

Comenzaba el partido con claras ocasiones provocadas más por imprecisiones que por aciertos. El conjunto local tuvo en los primeros minutos dos remates francos para abrir el marcador, pero los desajustes en la defensa visitante no se tradujeron en dianas para los locales por la falta de precisión de éstos. Los santanderinos, por su parte, dispusieron de un par de remates en saques de esquina bien ejecutados por Aja, así como un disparo lejano de David que se estrellaba en el poste. Bien podía haberse llegado al minuto 15 con un 2-2 en el marcador, pero ninguna ocasión se transformó en gol y con el paso de los minutos el partido fue haciéndose más áspero para los espectadores y, probablemente, también para los jugadores, que se mostraban incapaces de manejar las especiales circunstancias del partido. Entre imprecisión y imprecisión avanzaban los minutos, con tramos de dominio local y tramos de dominio visitante, pero con pocas oportunidades. Si acaso, para Los Ríos alguna internada de Gus –de nuevo muy activo- en banda derecha o algún remate a balón parado. Poco más. Para el Montañas un par de acciones aisladas que generaron peligro, sobre todo una bastante clara en la que el extremo pasiego no acertaba a materializar en el  mano a mano con el portero Kevin. Con este panorama, y con el viento sin dejar de soplar, se llegó al descanso con 0-0.

 

La segunda comenzó como la primera, con mucha actividad. Pero a diferencia de lo ocurrido una hora antes, en esta ocasión el marcado sí que se movería. Y lo haría para los visitantes gracias a una genialidad del capitán, el de (casi) siempre, un Bertín que está haciendo méritos para ser tratado como don Alberto en lo sucesivo. No había completado una buena primera parte, como él mismo reconoció después, pero quizá por ello salió enchufado a la segunda y en un rechace al borde del área no se lo pensó y ¡zas! Volea con la pierna izquierda al fondo de las mallas. Alegría para los santanderinos, desolación para los pasiegos, sabedores ambos de que con el viento como invitado especial un gol era poco menos que un tesoro.

 

Y como tal trató Los Ríos el gol. Bien organizados atrás, con una defensa bien plantada y tres medios trabajadores, los verdinegros no pasaron apuros en los siguientes compases. Pudo incluso anotar un segundo gol pero no sentenció el partido y con el paso de los minutos, los locales fueron creciendo y haciéndose con el partido. Como consecuencia, Los Ríos se encomendaba al dominio en el juego aéreo de José e Iñigo para aplacar las intentonas pasiegas, y a las contras de Álvaro, Aja y Gus arriba para lograr un segundo gol. Pasaban muy lentamente los minutos y el muro verdinegro aguantaba. Unas veces, era Kevin el que desbarataba las oportunidades visitantes saliendo con decisión a los balones a la espalda de la defensa. Otras, era la propia defensa la que salvaba in extremis las jugadas del Montañas. En realidad, los locales se aproximaban pero no llegaban a convertir las llegadas en ocasiones. Hasta, eso sí, el minuto 93, cuando tenía lugar la jugada clave del partido: balón que le cae franco al segundo palo al delantero pasiego que remata a trompicones ante la defensa verdinegra y un Kevin que despeja como puede para que el balón se estrelle en el larguero. Jugada muy rara que en condiciones normales bien podía haberse convertido en el 1-1 pero que, por fortuna para los de Santander, no lo hizo, y éstos pudieron volver a casa con los tres puntos en la mochila.

 

Puntos de oro, sin duda, que permiten a los de Pedro Azcona retomar las posiciones de ascenso y encarar el partido del Ayrón con la sensación de que la cuesta de Enero-Febrero parece por fin haber sido superada.


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