JORNADA 22. LOS RÍOS VS NAVAL
Un empate que sabe a triunfo
A pesar de llegar a la cita frente al Naval lastrado por las bajas, Los Ríos no solo cuajó un gran encuentro, sino que fue netamente superior a un rival que sumaba 7 triunfos consecutivos y 13 jornadas sin conocer la derrota.
Así, sí. Tras varias semanas en las que Los Ríos no venía ofreciendo una buena imagen, llegaba un Naval imparable al que los santanderinos debían plantar cara a pesar de las numerosas bajas que arrastraban. Y los de Azcona no solo lo hicieron, sino que, tras una primera mitad bastante igualada, pasaron por encima de los de Reinosa en una demostración de intensidad, buen juego y, sobre todo, ambición.
Y es que los verdinegros llegaban al encuentro con las importantes ausencias de Oria, Rozas, Ciro, Zabala y Víctor, cinco piezas fundamentales en el esquema de los de El Regimiento, a las cuales había que sumar varios jugadores que tras semanas de inactividad entraban en la convocatoria por pura necesidad. De hecho, para completar la lista, el mister local tuvo que tirar del juvenil con dos jugadores que tendrían la oportunidad de debutar con el primer equipo en una jornada que a buen seguro no olvidarán.
Empezó el encuentro según lo esperado: como una auténtica batalla. Y así, con una intensidad que dejaba claro que lo que había en juego eran mucho más que tres simples puntos, llegaron las primeras aproximaciones. El primer aviso fue para los campurrianos, que en una declaración de intenciones, con el encuentro recién comenzado, aprovecharon para rematar un córner mal defendido por la zaga local que Vía salvaba con una fenomenal estirada. Sin embargo, no tardaría en llegar la respuesta de Los Ríos, y con las mimas armas: saque de esquina desde el flanco izquierdo que remata Jose tras un espectacular salto, pero que pica en exceso, saliendo el balón por encima del larguero.
Una vez transcurridas ambas jugadas, se iniciaba una intensa lucha por llevar el control del partido con disputas continuas e igualadas, eso sí, sin apenas ocasiones claras. Si acaso, cabe destacar un par de jugadas por banda de Gus, que se mostró muy activo en el inicio, las cuales el Naval contestaba con penetraciones por la izquierda, al aprovechar las caídas en banda de su veloz delantero, que sustituía al lesionado José Félix, referencia del ataque reinosano.
Con el paso de los minutos, el encuentro seguía sin tener un dominador claro, y cada balón dividido se convertía en una disputa ejemplar. Parecía que la igualada solo se podía romper con algún detalle de calidad, y Aja, con un disparo de falta al larguero, dejaba claro que era uno de los que podía desnivelar la balanza para los de casa.
Sin embargo, fue en una acción de Gelo en la que Los Ríos se adelantaría en el marcador. En una jugada muy rápida, el delantero se hizo con el esférico junto a línea de fondo y puso un balón atrás que el zaguero del Naval introducía en su propia portería, un gol fundamental que volvía a aupar a los santanderinos a lo alto de la tabla. Pero poco duró la alegría, y apenas cinco minutos después, en el único fallo de concentración de la zaga local en los 90 minutos, llegaría el empate: balón en profundidad que recibe el 9 visitante, quien, aprovechando una mala salida de la defensa a la hora de marcar la línea el fuera de juego, batía por alto a Vía en su desesperada salida.
Con el empate en el casillero volvió la pelea en medio campo y el reparto de la posesión. Y así, sin grandes ocasiones que destacar, se llegó al descanso.
La ausencia de pesos pesados y la inclusión de varios jugadores en la convocatoria faltos de ritmo hacía presagiar una segunda mitad de sufrimiento para los locales, sobre todo viendo la trayectoria del Naval en los últimos meses. Pero Los Ríos, acostumbrado a sufrir ante rivales asequibles y a protagonizar grandes machadas cuando todo parece en contra, volvió a responder una vez más. Así, con una intensidad incluso superior a la de la primera parte, los locales se hicieron, esta vez sí, con el dominio absoluto del encuentro, gracias en buena medida a la precisión de los tres pivotes del equipo a la hora de circular el balón: Berto, Kuman y David. Lejos quedaban aquellos días en los que el equipo deambulaba por el verde y en los que El Regimiento parecía un campo minúsculo en el que apenas había tiempo para controlar el balón. Lo que se estaba viendo era un homenaje al buen juego y a una filosofía con la que los de Azcona iniciaron el campeonato y con la que parecen dispuestos a rematar la faena. Aja por banda derecha creaba problemas constantes, José e Iván se mostraban inexpugnables en defensa, Álvaro y Romeck conseguían hacer llegar el balón a los de arriba, Jairo, ya en el campo, combinaba con Berto poniendo en aprietos a los rivales… Y el Naval, por su parte, apenas pasaba de medio campo.
Así llegaron las ocasiones: hasta tres remates claros a balón parado, dos faltas bien botadas por Iván, varias aproximaciones mal finalizadas pero fenomenalmente hilvanadas... Los Ríos estaba protagonizando su mejor encuentro en El Regimiento de la temporada, y lo hacía frente a un auténtico equipazo que solo dispuso de una oportunidad clara en toda la segunda parte, la cual Via acertó a despejar con el pie.
Con el pitido final, los de Azcona encaminaban vestuarios muy satisfechos por el encuentro realizado, aunque con la espinita de haberse sentido superiores y no haber aprovechado las oportunidades. En cualquier caso, el empate es un premio al trabajo y al buen fútbol, un punto que, si ya de por sí es importante, puede convertirse en fundamental con un triunfo a domicilio frente al Montañas del Pas. Desde luego, si esta va a ser la versión de Los Ríos de aquí a final de temporada, no hay duda alguna de que el objetivo del ascenso dejará de ser una quimera para convertirse en realidad, aunque para eso aún queda una asignatura pendiente, la de la regularidad.