29.12.2013 19:32

Los Ríos vence con sufrimiento y acaba el año líder.

 

Pese a jugar media hora con un hombre menos por la expulsión de Kevin, Los Ríos aguanta el empuje del Monte y se lleva los tres puntos.

 

Se comentaba antes de empezar el partido que, viendo las estadísticas, los partidos de Los Ríos sólo duraban 45 minutos. Que los primeros 45 servían para salir al campo, colocarse, tantear el rival, y ya si eso, empezar a jugar una hora más tarde de lo que indican los horarios que da la Federación. Efectivamente, en los últimos 10 partidos sólo se habían anotado 2 goles en las primeras partes, por 16 en las segundas partes. O sea, 8 veces más.

 

Pero en este último encuentro del año 2013, en Monte, el conjunto verdinegro jugó los 90 minutos, desde las 5 de la tarde hasta las 7, dejándose el alma para conseguir unos importantísimos 3 puntos que le permiten terminar el año en la cabeza de la tabla, pese al irregular rendimiento mostrado.

 

Muy motivados, los hombres dirigidos por Pedro Azcona salieron a competir desde el primer minutos con sus tradicionales armas: salida de balón jugada desde atrás, combinación de pases en corto y en largo por los creadores de juego, rapidez en bandas y presión arriba. Apenas habían transcurrido tres o cuatro minutos de juego cuando llegaría el primer gol: balón en banda izquierda para Aja, que gambetea una y otra vez para colocársela en su pierna buena y disparar al palo largo para que el portero sólo pueda rechazar y Víctor, a placer, remache a primer toque y suba el 0-1 al marcador. A pesar de llevar sólo unos minutos en el campo, el gol hacía justicia no ya a las ocasiones sino a la buena predisposición mostrada por Los Ríos. El Monte quedó tocado y como consecuencia, bien pudo llegar el segundo en las siguientes acciones: uno contra uno de Víctor que salva el portero, disparo lejano de Oria que se pierde por encima de la portería rival, libre directo ejecutado por Aja que pasa a escasos centímetros del larguero... Sin embargo, el segundo gol no llegó y el Monte fue paulatinamente tomándole el pulso al partido, con sus líneas de presión adelantada y el juego directo hacia sus delanteros. A los 20 minutos, el partido ya estaba igualado, y a los 25 el Monte era dominador del juego, aún sin grandes ocasiones. Únicamente un buen balón a la espalda de los defensas que el delantero aprovecha para elevar por encima de Kevin pero que José –que había sustituido a su compañero Zabala, lesionado- salva in extremis cuando el público cantaba el 1-1. Además de esta jugada, el resto de ocasiones fueron más por acciones individuales que consecuencia del juego elaborado. Y con 0-1 se llegó al descanso.

 

Tras el parón, la segunda parte comenzó igual que la primera. Los Ríos salió bien posicionado y con intención de ampliar la ventaja en el marcador, mientras que el Monte, de nuevo, saltó al campo frío. Así las cosas, corría el minuto 5 cuando, aprovechando un barullo en el área local, el capitán verdinegro Bertín aprovechaba un balón muerto para machacar a placer y colocar el 0-2 en el marcador. Este resultado supuso un chute de motivación para un conjunto visitante que, con el rival noqueado por el gol, se adueñó del balón y, con ello, del partido. Parecía, de hecho, controlado, hasta que llegaría una de las jugadas del partido. Kevín, que hasta ese momento se había mostrado seguro en todas sus acciones, prueba a sacar de cadera con tan mala fortuna que lo hace defectuosamente y el balón cae en los pies del delantero del Monte, que se encontraba replegándose. Éste, lógicamente, aprovecha el regalo para plantarse sólo ante Kevin, regatearla y caer al notar el contacto. El árbitro no dudó: penalti... y expulsión. Víctor dejaba su lugar a Vía, que nada pudo hacer para evitar la conversión del penalti en gol. 1-2 y 25 minutos largos minutos por delante con uno menos en el campo.

 

Como consecuencia, lógicamente, el Monte se creció y se hizo con el dominio neto del partido. Los Ríos acusó el mazazo psicológico de quedarse con diez jugadores y, con el paso de los minutos, lo notó también físicamente. Pero pese al dominio aplastante del Monte, no hubo un rosario de ocasiones sino apenas una clarísima y varias menos claras. La clarísima fue en un córner, en el minuto 35, cuando un remate de cabeza se estrellaba primero en el palo y después, en el rechace, otro remate de cabeza era salvado en la misma línea de gol por la mano de un colosal Vía que salvaba así a su equipo del empate. Por lo demás, la buena defensa verdinegra y el compromiso de todos los jugadores permitieron salvar el partido pudiendo, incluso, marcar el 1-3 en una acción aislada en la que el bravo Gelo, se guisó la jugada pero no se la comió. Al final, tras 7 minutos agónicos de descuento, el colegiado pitaba en el final y la locura se apoderaba de los escasos pero animosos seguidores visitantes que celebran, y no es para menos, acabar el año líderes y con una sensación de que, si se quiere, se puede.